Sabemos que exponernos a la
radiación no es bueno. Sin embargo, es probable que no seamos realmente consientes de cuáles son los
efectos que la radiación produce en nosotros.
Es preciso aclarar que hay dos tipos de consecuencias ante la exposición a la radiación.
- Aquellas secuelas que aparecen a corto plazo reciben el nombre de agudas.
- Las crónicas, en cambio, suelen salir a la luz varios años después de haber estado en contacto con la radiación.
Depende el lugar que se vea afectado podemos dividir las secuelas en:
somáticas o genéticas, cuando perturban las células
germinales e intervienen en la descendencia de los individuos aquejados. Si las derivaciones aquejan al feto durante su gestación adquieren el nombre de
teratogénicos.
Por último, vale comentar que la dosis promedio de
radiación que recibe 360 mrem en forma anual, un gran porcentaje de esta radiación proviene de fuentes naturales.