Se conoce con el nombre de
Slow Food al
movimiento gastronómico que promueve la difusión del gusto a través del placer y el conocimiento. Su símbolo es un caracol, en
honor a la lentitud.
En lo que respecta a la historia de esta movida podemos afirmar que la misma nació en Cuneo, Italia hacia fines de 1986. Su fundador fue
Carlo Petrini, quién en aquel entonces decidió llamar a la compañía con el nombre de ArciGola.
En la actualidad, el
Movimiento Internacional Slow Food se extiende en 50 países distintos, por lo que cuenta con más de 80000 socios. Sólo en Italia hay 35 mil inscriptos repartidos en 330 cedes.
Según su estatuto, los
objetivos del Movimiento son:
- Otorgar dignidad cultural a las temáticas relacionadas con la comida y la alimentación.
- Individualizar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a un territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su categorización y protección en tanto que bienes culturales.
- Elevar la cultura alimentaria de la ciudadanía.
- Promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores.
Por último, es preciso resaltar que Slow Food se encarga de organizar las
ferias más importantes en cuanto a la alimentación a nivel mundial.